Renuncia silenciosa….Quiet quitting…¿qué es eso?

Este término que nos viene, como tantas cosas, de EEUU, la "dimisión silenciosa" es una metáfora. No se refiere al abandono del puesto de trabajo (ni mucho menos en cuanto a tendencia social, al abandono masivo de puestos laborales). La renuncia silenciosa es una actitud elegida ante el puesto de trabajo por el cual la persona decide realizar únicamente las funciones del puesto, llegando incluso a desvincularse emocionalmente del mismo y así no aportar actitud positiva, ni participar en otras actividades, ni dar ideas, ni aportar valor…La renuncia silenciosa convierte el trabajo en un despacho de tareas mecánico, en habas contadas, me pagas tanto, doy tanto.

Vamos…algo en absoluto nuevo…en España es lo que llamamos "calentar la silla" de toda la vida.

Como siempre hay varias perspectivas desde la que mirar esta tendencia.

A nivel personal, esta actitud puede venir de una situación de estrés y sobrecarga insostenible que lleva a la persona a tomar esa determinación, al sentirse afectado personalmente y no reconocido o gratificado por el sobreesfuerzo. Pero también otras situaciones en las que la persona siente insatisfacción por su puesto de trabajo, no le gusta, no comparte los valores de la empresa, no le interesan ni gustan sus compañeros, y decide adoptar esa actitud, hacer lo justo requerido en el puesto, sin aportar nada de sí, sin actitud, pero sin dejar el puesto ni emprender la búsqueda de otro que le pudiera llenar más.

Este tipo de actitudes son muy personales y desde luego no se pueden juzgar a la ligera porque cada uno sabe lo que vive a diario... No obstante, el ser humano se mueve siempre por ilusión, por pasión, por retos…eso es lo que le mantiene "vivo". Si el trabajo que actualmente tiene no le permite encontrar grandes o pequeñas ilusiones, no le mueve a progresar en lo personal o en lo profesional…¿Cuánto tiempo podrá mantenerse en una constante falta de estímulos? La parte laboral es muy importante en nuestra vida, ocupa mucho tiempo, relaciones personales, además es necesaria. Personalmente creo que lo mejor si nos encontramos sintiendo eso por nuestro trabajo, es decidir cómo recuperar el estímulo, el entusiasmo…y si no lo creemos posible, emprender una nueva búsqueda fuera. El ser humano necesita la pasión.

Desde el punto de vista de la empresa, es totalmente perjudicial tener personas así en el equipo, aunque sea algo residual, porque las actitudes se contagian. Con empleados que "cubren el expediente", la empresa no obtiene lo mejor de las personas, ese extra que va más allá del CV técnico. La creatividad, el entusiasmo que mueve proyectos, que genera ideas, que también se contagia. Ese cariño que genera relaciones entre las personas y que crea entornos de bienestar en las organizaciones.

Desde luego si las personas responsables detectan actitudes así en sus equipos, es el momento de tomar acción. Atender a las necesidades que reclaman las personas, ver en qué medida se puede solucionar con medidas internas, y también detectar aquellas actitudes que son inamovibles…porque también existen personas que reciban lo que reciban, vengan los cambios que vengan, no cambiarán de actitud y es importante detectarlo y valorar el coste de su permanencia o no.

Obviamente necesitamos entornos racionales con un equilibrio entre el tiempo dedicado al trabajo y a la vida personal. Necesitamos puestos de trabajo coherentes con tareas asumibles para la persona. Entornos donde la persona aprenda y se pueda relacionar de manera sana con su trabajo y con sus compañeros. Y todo esto es compatible…y bajo mi punto de vista, DESEABLE, con hacerlo con ilusión, dando lo mejor de nosotros, entendiendo que no todo es trabajo y  que nuestra salud es prioritaria, con compromiso, con actitud!