10/9/2020
¿QUÉ CLASE DE LÍDER QUIERES SER?
El punto de partida es saber qué clase de líder ya eres
En 2016, y en el marco del Foro Económico mundial, se publicaba el informe "El futuro del Empleo". Este, señalaba, entre otras cosas, qué 10 competencias debía tener un directivo de 2020:
- Resolución de problemas
- Pensamiento crítico
- Creatividad
- Gestión de personas
- Relaciones con los demás
- Inteligencia emocional
- Toma de decisiones
- Orientación de servicio
- Negociación
- Flexibilidad
Estamos en 2020, y además un convulso 2020, con cambios importantes en la economía, en la industria y en las personas, y creo que actualizando el informe bajo las nuevas circunstancias, el resultado no andaría muy lejos de éste de 2016.
Está claro que hacen falta competencias técnicas adecuadas a los puestos, pero las competencias más buscadas para puestos que requieren un alto componente de liderazgo y responsabilidad, son aquellas que son transversales a cualquier puesto, las soft skills, esas competencias más relacionadas con las habilidades sociales, la comunicación, la gestión emocional, etc. Esas habilidades que hacen de cada individuo un ser único. Son esas competencias que te permiten relacionarte de una manera eficiente y agradable contigo mismo, con tu trabajo y con los demás.
El liderazgo englobaría un buen número de estas habilidades, que como tantas otras se pueden entrenar. Pero para entrenarlas primero hay que tomar conciencia de cuales son tus competencias actuales, tus talentos naturales, cuales necesitas o quieres desarrollar…es decir…¿qué clase de líder quieres ser?
Cuando hablo de liderazgo, no hablo de "jefes", aunque por supuesto si tenemos personas a nuestro cargo, razón de más para cuestionarnos nuestras habilidades de liderazgo y cómo mejorarlas. Cuando hablo de liderazgo, hablo para cualquiera que en un momento determinado toma las riendas de un equipo, de un proyecto, de una familia, de un plan con amigos, de nuestra propia carrera profesional…
En este artículo que aquí os dejo, hacen un análisis de las bondades de ser un líder auto-consciente, es decir, consciente de cómo es, y cómo es su interacción con el mundo y cómo esa toma de conciencia de quien eres fortalece tu propio liderazgo porque:
- Ser tú mismo favorece que los demás también lo sean, siendo más fácil, desde mi punto de vista encontrar los talentos personales.
- Ser alguien consciente de quien eres, con fortalezas y oportunidades de mejora proporciona la calma necesaria para estar mejor orientado a los demás, con mayor presencia y dedicación.
- Ser tú mismo, desde la aceptación de quien se es, permitiendo que tu estilo natural de liderazgo salga a la luz.
El punto de partida sería tomar conciencia de qué clase de líder eres, cuales son tus talentos naturales, tus competencias, y después decidir qué clase de líder quieres ser. Y las habilidades se pueden elegir, planificar, entrenar, practicar, desarrollar. Porque sí, un líder también SE HACE.