Reinventarse no es un concepto nuevo. Pero sí mucho más empleado y buscado en épocas de crisis. Uno se reinventa cuando ya no quiere estar donde está ni hacer lo que hace, bien porque no quiere o porque no puede.

Cuando alguien que lleva años desarrollando su vida profesional en una línea DECIDE reinventarse, en general hay un periodo previo de duda, reflexión, búsqueda…hasta que elige que lo que quiere es un cambio significativo. Y una vez que apuesta por reinventarse, en general no es un proceso que se genere como una chispa…también es un proceso de duda, reflexión, búsqueda…y ACCIÓN.

En ocasiones este proceso es más forzado por las condiciones del entorno. Los periodos de crisis económica, el desempleo…son situaciones que nos pueden lanzar más directamente a la reinvención.

Los objetivos de la reinvención pueden ser muy variados, pero hay uno que subyace a todos…estar mejor de lo que estoy. Y esto tendrá infinitos significados según la persona, por ejemplo: sentirme realizado, conocer otros sectores, trabajar en casa, ser mi propio jefe (o todo lo contrario), ganar más dinero, seguir mi pasión, cumplir un sueño, y mil alternativas más….pero al final, todo por estar mejor de lo que ahora estoy.

¿Qué hacemos para reinventarnos? Si nos estamos reinventando por convicción, es un buen momento para evaluar los motores de nuestra vida, nuestras pasiones, aquello donde somos extraordinarios. Si nuestro cambio de rumbo puede tener estos ingredientes, aunque sea en una parte, estarán mucho más cerca de nuestra verdadera esencia…y ya que vamos a invertir nuestro tiempo, esfuerzo y dinero en ello, mejor hacerlo en algo con lo que nos sintamos nosotros mismos. Aquí van unas cuantas consideraciones para el proceso:

• Cada cual llevará su propio proceso en su camino personal. Pero poner una estructura a ese camino, dividirlo en hitos, en tareas, en pequeñas acciones, nos será de gran utilidad para "bajar a la tierra" una empresa tan abstracta como la reinvención. ¡Poner una fecha!
• Discernir claramente las cosas que queremos hacer de las que no. Así como aquello que estamos dispuestos a hacer en este "nuevo yo" y aquello que tenemos claro que no. Sea como sea, no. 
• Indagar en el talento innato y adquirido, el que nos ha ido acompañando a lo largo tanto de nuestra vida profesional como de la personal. Esas habilidades, todo eso que hacemos bien, que podemos potenciar y poner en valor en esta decisión de un nuevo giro profesional.
• Trabajar nuestros valores. Nuestra reinvención será más posible y satisfactoria si está alineada con los valores que nos acompañan en la vida.
• Buscar en las experiencias pasadas los pilares que sostengan esta reinvención. Te reinventas, pero sigues siendo tú el que se embarca en una nueva aventura. Seguro que hay muchísimos aprendizajes en las pasadas experiencias laborales que nos ayudan en este proceso nuevo.
• Valorar la viabilidad, buscar el momento adecuado, arriesgar en función de nuestras posibilidades, tener diferentes alternativas en el proceso de nuestra reinvencíón…

Así que...¿Es hora de reinventarse? Para el que ha tomado la decisión…es que YA HA EMPEZADO.