Cuando hablamos de Coaching….el objetivo lo es todo. Bueno, lo que es todo es la persona que va a perseguir ese, porque es el protagonista de la historia, el coachee, el cliente, siempre siempre, eso está claro.

Se dice mucho que "sin objetivo no hay Coaching". Y aunque pueda haber matizaciones, en general, me gusta la expresión.

Una de las cosas más apasionantes de un proceso de Coaching, es que invita a la persona a crecer, a expandirse, a evolucionar. Y lo hará por medio de fijar un objetivo, perseguirlo, y alcanzarlo. Pero me explico con eso del crecimiento, expansión, evolución…Lo haré con un paralelismo.

Pongamos que dispongo de 40 € para hacer una compra en el supermercado. Con los recursos económicos que tengo, me pongo mi objetivo, y hago la lista de la compra…fruta, verdura, carne y varios artículos de limpieza. Más o menos he ceñido la lista al presupuesto y puede que si hago bien algunas cuantas acciones (aprovechar ofertas, productos de temporada, marcas blancas) logre mi objetivo completo. Recursos, objetivo, pasar a la acción. Mis recursos son lo que limitan el resultado.

En Coaching lo primero es el objetivo. Hay que fijarlo. Con el objetivo ahí, revisamos, como en el caso de la compra, los recursos de los que disponemos para lograr ese objetivo, la realidad que tenemos (o no tenemos) a día de hoy para conseguirlo. Y seguramente, disponemos de muchos recursos necesarios, pero de otros no y serán imprescindibles…Será necesario aprender nuevas cosas sin las que sería imposible lograr el objetivo, o desarrollar habilidades que están aún latentes, u otras cosas…pero tendremos que ampliar el inventario de recursos para llegar a donde queremos.

Y…¿por qué no empezamos mirando nuestro "presupuesto" de recursos para fijar el objetivo? ¿no sería más fácil? Pues seguramente sí, pero ¿Dónde estaría el reto? Se podría fijar así un objetivo, pero si nos atuviéramos  únicamente a nuestra realidad, nos limitaríamos por ella. Tendríamos las restricciones que ya tenemos y éstas nos harían de frontera, porque estaría "dentro del presupuesto". Haciéndolo al revés, ampliamos el alcance, vamos hasta donde ahora aún no llegamos. Tendremos que aprender nuevas cosas, adquirir otros hábitos, desarrollar otros talentos, en definitiva….estaremos incrementando los recursos si queremos lograr el objetivo. De esta forma, crecemos, nos expandimos, evolucionamos.

Entonces….¿se trata de poner objetivos que no están a nuestro alcance? NO. Se trata de que estén a nuestro alcance, pero no al alcance de la mano. Que en el proceso nos esforcemos, aprendamos, hagamos cosas nuevas y logremos lo que antes no habíamos logrado.

¿Y si pongo un objetivo demasiado elevado? Para eso está tu Coach. Para, lo primero de todo, acompañarte mientras pones tu objetivo, y seguidamente para hacer una revisión del mismo….y ver que no nos hayamos pasado…una cosa es ser ambicioso y otra muy diferente, fantasioso. Pero también ayudarnos a verificar que no nos estemos quedando cortos, porque se trata de que sea un reto. Y para eso también hay muchos métodos, pero eso es otra historia.

Así que sí, lo primero, el OBJETIVO.