La Comunicación Externa es aquella que dirigimos a nuestros clientes actuales y potenciales, esa que sale al mundo con el objetivo de darnos a conocer, de dar una imagen, de vender nuestros productos y servicios o dar a conocer una información concreta. Lleva consigo una estrategia, está cuidada, mimada…

La COMUNICACIÓN INTERNA es la dirigida al cliente interno, o sea, a las personas que trabajan en la organización, a los equipos. Es el resultado de un cambio iniciado ya hace años por el que las empresas se preocupan y ocupan de contar con las personas que las conforman, informarles y hacerles parte de la dirección de la empresa, las estrategias, los objetivos o los cambios.

Cualquier cambio, reto o nuevo enfoque será inviable sin contar con el equipo humano, es por esto que la Comunicación Interna es determinante para alinear a todas las partes de la organización:

Objetivos de la comunicación interna:

• Proporcionar transparencia, especialmente ante cambios importantes, dar la información relevante y el alcance de ésta. Esto mejora la confianza.
• Informar no sólo de los cambios a las personas, si no de cómo se llevarán a cabo, en qué modo afectarán a las personas, quien estará involucrado en los diferentes procesos y el impacto individual, grupal y organizacional que tendrán dichos cambios, generando una mayor sensación de seguridad.
• Generación de nuevas ideas. Cuanta mayor transparencia haya sobre los procesos de la empresa, más personas podrán aportar a dichos cambios, estrategias…
• Alinear a personas y equipos y que evolucionen en la misma dirección que la organización, hacerles partícipes.  

El foco de la comunicación interna está puesto en las personas, favoreciendo con la transparencia, actitudes más comprometidas, sensación de pertenencia y seguridad. Pero no siempre se lleva a cabo una comunicación interna adecuada, o totalmente transparente ante determinados cambios. Los errores más habituales son:

• Llevar a cabo una comunicación selectiva, informando tan solo a determinadas personas o grupos de la organización. Aunque hay comunicación que por su naturaleza solo debe estar en manos de determinados grupos o puestos, es importante determinar bien aquella que sí debe ser de conocimiento general.
• Ocultar información, ofrecerla sesgada o manipulada es un error que puede desembocar en falta de confianza, inseguridad y desmotivación.
• Comunicar cambios una vez que ya se han llevado a cabo, generando desconfianza por una parte, y por otro lado impidiendo que los equipos puedan adaptarse de manera más progresiva e incluso colaborar de manera activa en los cambios.
• Comunicar "sobre la marcha", siguiendo el impulso del momento y sin trabajar previamente el mensaje claro que se quiere trasladar.
• No usar los canales y las formas establecidos para dichas comunicaciones (hay que establecer una metodología previa)
• Hacer un mal uso de la información y utilizarla con fines personales con intención negativa o de manipulación de personas o procesos.

Invertimos mucho en la comunicación externa, es la que se ve…pero cuidar la interna nos permitirá tener un "corazón" saneado que permitirá esa alineación entre lo que hay dentro…y lo que mostramos al exterior. Permite que nos mostremos mucho más genuinos como organización.